“Queremos que la familia Rejas se aparte de nuestro dolor. Consideramos que es una burla que los parientes del detenido estén pegando afiches con la foto de nuestra hija y pidiendo recompensa”, advirtió Amalia del Jesús Ojeda. Se trata de la madre de Milagros de los Ángeles Avellaneda, la mujer que el 26 de octubre salió de su casa con su pequeño hijo y jamás se los volvió a ver.
Por este caso está detenido con prisión preventiva el guardiacárcel Roberto Rejas. La fiscalía lo acusa de doble homicidio agravado por alevosía y violencia de género. Su novia, la policía Estefanía Ávila, también fue detenida, pero por presunto encubrimiento.
El abogado defensor de ambos, Carlos Picón, a mediados de diciembre anunció que la familia del acusado se sumaba a la búsqueda y que iba a empezar a repartir afiches con un número de teléfono para dar información y recibir una recompensa.
“La verdad es que en estas fiestas hemos pasado momentos de bronca y angustia. No había nada que festejar. De esas cosas se encargaba Milagros, incluso había comprado un arbolito. El 31, me tiré en un colchón y lloré toda la noche. ¿Por qué se burlan así de nosotros? Si ellos saben lo que le hicieron a mi hija y a mi nieto. Nosotros somos las víctimas del caso”, respondió Miguel Reyes Avellaneda, el padre de la chica desaparecida.
Sin embargo, el afiche no fue lo único que les molestó. En su conferencia de prensa, Picón dijo: “manejamos varias hipótesis, al punto de que estamos convencidos de que están con vida”. También hizo referencia a un préstamo que cobró la joven.
“Si saben adónde está mi hija, ¿Por qué no la hace aparecer? Con esa frase hizo ilusionar al hijo más grande de Milagros. El nene viene y llora, nos pregunta todos los días por qué se demora su mamá y su hermanito. Nos abraza, nos besa, nos pide que lo alcemos. La necesita”, dijo desesperada su abuela. “Ese préstamo del que tanto hablan era para pagar deudas, no le quedó ni una moneda en la mano. Es más, nunca cobró los dos sueldos que le acreditaron desde que desapareció”.
El peor presagio
“Él mató a dos personas y ocultó todo por sus amistades en la Policía. Hay muchas pruebas en su contra. Ya van a llegar de Buenos Aires las pruebas de la sangre y los cabellos que encontraron en su auto, pero no es lo único que lo incrimina. Están los mensajes que mandó mi hija diciendo que él le estaba pegando; el hecho de que fue la última persona que los vio con vida; que buscó sobre cadáveres en internet; y que lavó su auto con productos químicos”, explicó Avellaneda. Su mujer dijo que ella aún tiene esperanzas de encontrarlos con vida.
Ambos sospechan que hay otros involucrados. Y tienen miedo. “Hay autos con vidrios polarizados que se paran afuera de nuestra casa. Si nos pasa algo, yo responzabilizo a los Rejas.
De hecho, el padre del detenido también tendría que estar preso por encubrimiento. Nosotros somos pobres pero decentes y no nos vamos a dejar atropellar”, exclamó el padre de Milagros, mientras sacaba un par de pequeñas zapatillas blancas de una caja.
Eran un regalo que su nieto nunca pudo estrenar. Al lado del calzado, estaba el juguete preferido del bebé.